jueves, 14 de marzo de 2024

Los Premios Cinder recargados


Este fin de semana acontece una nueva edición de los Premios Cinder, una movida de difusión cultural historietil en la que les colegas de la prensa dedicada a las viñetas nacionales relevamos y elegimos lo más destacado de la producción anual. Y pesar de la cantidad de páginas dignas de atención con las que me topé durante el año, yo me fui viendo cada vez más imposibilitado de publicar nada al respecto. Los horarios tiranos, la merma del estado de ánimo (¡los tiempos que se viven!), fueron sellando un año difícil en lo personal. Como sea, este año la mesa organizadora se ha mandado un laburo descomunal para doblar la apuesta sumando una jornada más. Dos días para recorrer la feria de editoriales, asistir a charlas con autorxs y editores, y la entrega de los galardones, por supuesto. Acá en este link (https://premioscinder.wordpress.com/nominados-por-ano/nominados-2023-cuarta-edicion-2/) podés conocer a los ternados para esta edición.


Yo andaré por ahí, felíz de comenzar un nuevo año, volver a las andadas y recorrer esos puestos con los libros ternados y las novedades recién salidas de imprenta, escuchando con interés las mesas para difusores que se han armado.
Será, para mí, el puntapié para un nuevo ciclo, de renovado entusiasmo. Tengo notas pendientes, pero también varias cositas en desarrollo, aires de cambio para este pretencioso y solitario blog que tiene ya sus años (¿mudaré de formato acaso?), y en el que persistiré en hablar sobre historietas, por placer y resistencia.

Nos vemos este sábado 16 y domingo 17 de marzo en el Teatro Mandril.






viernes, 15 de septiembre de 2023

Quilmes celebra a sus maestros: nace EMBA Con.


Hace pocos días se llevó a cabo en la ciudad de Quilmes la primera edición de Emba Con, nuevo evento en un contexto de ferias y encuentros comiqueros que se siguen multiplicando, no sólo en la provincia de Buenos Aires, sino a lo largo y ancho de todo el país. Sin embargo, la movida que organizó la Tecnicatura en Ilustración de la Escuela Municipal de Bellas Artes Carlos Morel es sólo otra etapa en un recorrido que viene de más atrás, con la creación de una nueva carrera (justo cuando la escuela llegaba a los ochenta años), de formación específica para dibujantes y maestros de dibujo, precisamente los grandes homenajeados de Emba Con: hasta el miércoles 20 de septiembre puede recorrerse (en el Salón de los espejos de la Casa de la Cultura, Rivadavia 383) la muestra Los Maestros, que reúne a los tres grandes exponentes quilmeños de la historieta nacional: Oswal, Carlos Meglia y Oscar Capristo, quien fuera también ideólogo e impulsor del evento, y que falleció intempestivamente en mayo de este año. Fernando Centurión es la cabeza visible de quienes tomaron la posta y llevaron adelante esta primera edición del flamane festival, y nos cuenta la historia detrás de Emba Con, no sin antes advertir: 
es súper importante rescatar el valor de Oscar en la generación de este espacio inédito, porque podés venir a estudiar (gratis) ilustración como carrera.

El trazo recorrido.


Ya al momento de aprobarse la creación de la EMBA, allá por 1942, se hacía evidente la necesidad de dar mayor importancia al dibujo en función de otras artes. Fernando, actualmente profe de la escuela, narra cómo se fue gestando ese nuevo espacio entre las demás carreras.


- La EMBA tiene danza, música, diseño gráfico, tiene profesorado de artes visuales, tiene cerámica, teatro (por ahí me olvido alguna más), y se incorpora, antes de la pandemia, la Tecnicatura en ilustración, que tiene una historia previa basada en Oswal, que dio historieta durante todos los años en los que estuvo enseñando en la carrera de diseño gráfico. Desde ahí, y desde la escuela Garaycochea en Capital Federal, fue formando gente. Yo estudié con él en Garaycochea y también en Bellas Artes, entonces nos íbamos cruzando. Oscar fue alumno de él, Meglia fue alumno de él, la gente de Cazador fueron alumnos de él, Ángel Mosquito también, y así podemos hacer una lista y terminar en el juego de ver cuánta gente sacó Oswal laburando, toda gente diferente. Un maestro absoluto, un artista bestial, que con el tiempo se va a ir reconociendo cada vez más. Y que fue tan fundacional en Quilmes, generó tantísima gente desde diseño gráfico. Después Oscar, ya enseñando en la EMBA, también en diseño gráfico y en otras carreras, generó un interés y captó a los que estaban interesados dentro de las carreras de diseño y plástica (siempre ocurre que muchos vamos porque nos gusta dibujar historieta, ilustración o cualquier cosa parecida, ahora se suma, ponele, videojuegos). Entonces se anotaban en otras carreras, (que alimentan también lo que hacemos, a mí el profesorado me fascinó, aprendí escultura y cosas así, que me sirven un montón y me encantan), pero se armó un grupo muy grande. Oscar tenía grupos de oyentes, muy grandes, y tan grande es la movida, que se inicia la Tecnicatura en Ilustración. Imaginate que habrá sido bastante difícil, yo no tuve esos detalles (estuve un tiempo alejado), pero generaron una carrera nueva, tan demandada… y en tiempos de pandemia.

EMBA CON 2023

- Lanzada la Tecnicatura, faltaba organizar el evento. ¿Cómo surge Emba Con?

- Durante la pandemia se siguió dando clases, naturalmente con todas las dificultades que ya conocemos, y se continuó articulando y armando. Yo hace dos años estoy enseñando ahí con otro grupo de profesores, entonces a medida que va siendo necesario ocupar las horas específicas de cada una de nuestras especialidades, se busca gente que haya estudiado docencia o pertenecido a la escuela y dar la materia acorde, así me convocan en un momento. Y está en construcción todo esto, lamentablemente a principios de año Oscar fallece, una situación muy repentina… no hay palabras para describir el dolor, porque era formador de muchos de los profes que están ahora, amigo de un montón de gente, amigo personal. No hay palabras, parte del evento es para él, y todo lo que hacemos lo hacemos para él, es así. Y bueno, nosotros ya veníamos planeando la Emba Con, Oscar iba a armar charlas, convocar amigos. Ahora ya no contamos con él, dejamos pasar un tiempito para superar el shock inicial y continuar, y bueno, fue todo saliendo.

Es así que se fueron conformando los equipos (es nuestra primera experiencia gestionando eventos de cultura), y que surge el nombre de Julio Chacón, en aquél momento estudiante quilmeño de diseño gráfico en la UBA, cuyo trabajo práctico final consistió en el diseño de un festival de historieta, lo que calzaba justo con las ideas que se tejían en EMBA.


-Y como estamos en contacto permanente por trabajo y amistad, el diseño queda espectacular y lo presentamos en la escuela, en Cultura, y se hicieron las conexiones más o menos necesarias para desarrollar y hacer progresar un proyecto. Cada persona que se fue involucrando, con más o menos tiempo, ad honorem, le metieron TODO. Y creo que se nota y es lo bueno de este evento de parte de la organización. La búsqueda es que esto sea para la escuela, para la comunidad, aunque suena a palabras que se dicen para cumplir con algo, pero esto es real acá, porque nosotros bancamos totalmente la educación pública y artística, así que la idea es que esto continúe, que se haga todos los años y vayamos puliendo todo.

Esta primera edición de Emba Con ofreció, además de la exposición de originales, tres imperdibles charlas, a cargo de profesionales de primera. Una sobre los inicios en la profesión del dibujante, a cargo de Fabián Gordillo y Néstor Taylor; Rodolfo Mutuverría (sí, el creador de Dibu) habló sobre su trayectoria y la experiencia de trabajar en animación; finalmente Diego Aballay brindó una muy motivadora charla acerca del proceso creativo al producir un libro de historieta.

Apenas doblando la esquina, en la puerta del edificio de la EMBA sobre la calle Sarmiento, se desarrolló la otra pata de Emba Con, la feria de editoriales, fanzines y dibujantes independientes, donde fans y vecinos al paso pudieron encontrar mesas con libros, revistas, estampas, pins, calcos, etc. Por allí se pudo ver dibujando y firmando a Horacio Lalia, Sergio Ibáñez, Seba Cantero, Marcelo Basile, Manuel Loza, Claudio Kappel, entre otros grandes artistas y talentos locales.

Una característica más de Emba Con es el componente de producción nacional, o local, como le quieran decir, intentamos promocionar eso (explica Centurión). La historieta argentina tiene un valor fundamental dentro de la historia de la historieta mundial, y por distintas razones, en nuestro país sufre muchos tropiezos en la producción, difusión y todo lo demás. A pesar de eso, van a ver en las ferias muchas editoriales argentinas, bancándose hace mucho tiempo, produciendo material de una calidad espectacular. Y esa es una de las características, es un evento de historieta nacional. Abierto, tiene que ser algo hecho desde la mano. Podés hacer fan art, hacer tus stickers y venderlos ahí, pero tiene que ser TU fan art. Podés hacer una taza, una remera, lo que vos quieras, pero tiene que ser un diseño o dibujo tuyo, y tiene que haber una producción personal, ese el único requisito de la convención.

Buscamos colaboración en cuanto a ideas, para armar el proyecto bien sólido. Así que esto va a seguir, pueden seguir la cuenta (@embacon.quilmes), porque esto se va a seguir moviendo y activando en cuanto a cosas, tratando de comunicar lo más que podamos. Obviamente la intensidad va a ser dentro del evento, pero vamos a tratar de ir alimentando ese espacio. Como verán, el evento es la culminación de una construcción que llevó un montón de años, ahora hay que sostenerlo y eso depende ya de la comunidad. Si nosotros respondemos bien como comunidad, el evento crece y se mantiene, es nuestro.

Ser dibujante hoy.

Desde hace décadas, Argentina exporta historietistas al mercado internacional, pero la mayor parte de esa producción no llega al público local (aunque hoy es más fácil, lectura digital mediante). Acaso por este desconocimiento, la salida laboral es una de las grandes dudas para quienes terminan el secundario, tienen facilidad o gusto por el dibujo y llegan a la EMBA para inscribirse. Fernando traza un panorama para quienes estén interesades.
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Las posibilidades de trabajar de esto se ampliaron, no es que se acotó. Hay otros problemas: dónde mando mi material, qué es lo que hago, qué es lo que quiero hacer, cómo monetizar eso, ésas son las dificultades. Yo fui de las últimas camadas que íbamos con una carpeta abajo del brazo a una editorial a mostrar algo, y después ver qué hacemos con eso, no porque te lo iban a comprar, sino porque te iban a enganchar con algún guionista, hacías una muestra, después si iba bien seguías con una historia corta y vas creciendo a partir de eso. Ahora es tan amplio, que puede marearse uno en cuanto a posibilidades, pero tiene que pensar qué es lo que quiere hacer, si historieta, ilustración, diseño de personajes. Enfocarse en función a eso y armarse una carpeta. Y para todo eso sirven los talleres, las carreras, sirve hablar con un profesional que te encuentres por ahí en una feria, o mandarle un mensaje a una editorial y preguntarle si tu material es correcto para ellos o te pueden recomendar algo. Es muy importante aprender la parte de comunicación, de preguntar bien, hacer bien las preguntas. Parece una pavada, pero cuando voy a proponer algo, tengo que saber a qué editorial se lo estoy llevando, si puede mi material calzar ahí. Se puede, estoy viendo mucha gente haciendo ilustración laburando en historieta, haciendo de todo, incluyendo las ferias como ingresos, así que hay, el tema es fortalecerlo acá. El punto clave es la falta de conocimiento que hay de parte del público, eso hay que corregirlo todo lo posible. Y es de boca en boca, o desde un sitio de internet, todo suma. Si separamos por edades o por trascendencia a los dibujantes, veo como distintas capas, y todos están en actividad. Y para la gente nueva, tratar de acercarse y preguntar cuando no saben algo, a una escuela, a algún profesor, o si conocés algún artista más o menos receptivo le podés hacer una pregunta siempre respetuosa, o lo que decía, hacer bien las preguntas, cómo hacer mejor las cosas. Eso es lo que va a vender, al final. Aballay dio una charla espectacular, en la que quedó muy claro el concepto de que lo que mejor va a quedar es que vos hagas bien lo que a vos te sale hacer y querés hacer. Podés tener tus influencias, copiar alguna cosa, todos sacamos algo de algún lado, pero tratar de que salga algo personal y que esté bien dibujado.

La historieta nacional se mantiene viva y joven en Quilmes. Nos vemos en el próximo Emba Con.




domingo, 12 de septiembre de 2021

Se entregaron los Premios Cinder


El pasado viernes por la tarde se llevó a cabo la entrega de los Premios Cinder a la producción de historietas en Argentina. Esta primera edición, la que premia las obras que se publicaron a lo largo del caótico 2020, tuvo lugar en la explanada de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, lo que permitió realizar el encuentro cumpliendo los protocolos de distanciamiento y al aire libre, tregua climática mediante. 
Los premios Cinder surgen por iniciativa de la legendaria revista Comiqueando en conjunto con los sitios Ouroboro´s World y Nueve Paneles, y el jurado lo integramos entre sesenta divulgador@s de historieta a lo largo del país, que nos damos el gusto de votar y recomendar lo que más nos entusiasma entre aquellas obras y autores que se publican en Argentina a lo largo del año. Ojalá que los Cinder sirvan para acercar estas obras a nuevos lectores. Sin más preámbulos, aquí va la lista de ganadores en cada terna:

 


Mejor Obra para Público Adulto: El Humano, de Diego Agrimbau (guión) y Lucas Varela (dibujo). Editado por Hotel de las ideas.

Mejor Obra para Público Infantil y Juvenil: Escuela De Monstruos Vol.11, de El Bruno. Editorial Pictus.

Mejor Obra de Humor Gráfico: La Caja Vol.2, de Esteban Podetti. Editado por Historieteca.

Mejor Guionista: Mauro Mantella (Monarch).

Mejor Dibujante: Kundo Krunch (El último recurso. Un cuento de navidad).

Mejor Artista Integral: Quique Alcatena (Dr. Paradox).

Mejor Portada: Mega, de Salvador Sanz. Editado por Ovni Press.

Mejor Comic Digital: Monarch, de Mauro Mantella y Martín Túnica (Stonebot Comics).


Mejor Rescate Editorial: Nadie (El Misterio De Fu Manchú), de Carlos Trillo (guión) y Alberto Breccia (dibujo), publicado por Doedytores.

Mejor Edición Argentina de Material Extranjero: Los Pitufos Vol.1, de Peyo, publicado por Merci Editorial.

Mejor Antología: Hoy, publicada por Zinerama.

Mejor Editorial: Hotel De Las Ideas.

También se otorgó un reconocimiento a la labor de divulgación realizada por AHIRA (Archivo Histórico de Revistas Argentinas), otro a Carlos Abraham por su libro Las Historietas Argentinas de Ciencia-Ficción y a Aldo Pravia por su libro Hugo Pratt: El Tano.


Los Premios Cinder, además, inauguraron su Salón de la Fama, con seis leyendas de la historieta y el humor gráfico de la talla de Alberto Breccia, Dante Quinterno, Martha Barnes, Héctor Germán Oesterheld, Robin Wood y Quino, nada menos.

Con la conducción de Javier Paredes y Lucy Loles, que le pusieron onda a un viento que a media tarde ya soplaba fresco, los ganadores que se acercaban al frente a recibir su premio expresaron todos palabras emocionadas y sentidas, de alegría por el reconocimiento al esfuerzo realizado, como fue el caso de El Bruno, Salvador Sanz, Mauro Mantella o el propio Quique Alcatena.

También hubo un ambiente alegre entre los asistentes por el encuentro en sí, tanto en el contacto entre los artistas como entre los miembros del jurado que pudimos asistir. La vuelta incipiente a los encuentros.

Hasta que surja el próximo, nos irá bien leyendo cualquiera de estas obras ganadoras, al tiempo que vamos prestando atención a los lanzamientos de este 2021. Ya están saliendo a la calle algunos lindos libros candidatos para la próxima edición de los Premios Cinder. Atención a este sitio, porque a la brevedad se reseñarán aquí algunos de ellos.

¡Hasta entonces!


domingo, 29 de agosto de 2021

Una vez más, Al Rescate

Saludos, ocasional visitante de este sitio. Ha pasado un tiempo desde su última actualización. Para resumir la cuestión sin irnos por las ramas, en un primer momento el proyecto sufrió un desgaste que ocasionó el replanteo del rumbo y el enfoque que este blog debería tomar (¿quién usa blog todavía?, dirán algunos). La llegada de la Pandemia en 2020 consolidó un importante bloqueo que me impidió seguir adelante. En el camino, tuve el agrado de ser invitado por los colegas del sitio Zinerama para contribuir con dos reportajes que disfruté muchísimo hacer (al maestro Fer Calvi y al gran Edu Molina). Agradezco especialmente a Julián Blas Oubiña Castro por la confianza y por la paciencia. 
También a los amigos de Comiqueando, Ouroboros y Nueve Paneles, que abrieron la convocatoria a los flamantes Premios Cinder, cuya primera edición tendrá su ceremonia presencial el viernes 10 de Septiembre.

Con la post pandemia por delante y en marcha, voy dejando estas líneas por acá, para que oficien de separación entre aquella última nota publicada (la que está acá debajo nomás) y lo que viene. Porque durante este tiempo que atravesamos entre todxs, la lectura no ha cesado y ha sido esencial salvavidas, como siempre.

Una vez más, Al Rescate. ¡Nos vemos!




jueves, 19 de diciembre de 2019

Volver para ser mejor.

Portada de Juan Manuel Frigeri
1. Durante este 2019 que va llegando a su final, se publicó Volver, el primer libro con material nuevo del Caballero Rojo en doce años, a través del sello Capitán Ediciones, integrándose a la camada actual de superhéroes argentinos que encabeza Capitán Barato, entre otros. Y la confusión que surge con ese título en infinitivo (¿quién vuelve?; ¿empieza de nuevo o sigue?; ¿se puede leer sólo este libro y entender lo anterior?) hace imposible reseñarlo y hacerle justicia al mismo tiempo. La trampa radica sencillamente en la intermitencia editorial de la serie, que tuvo varias etapas. Aunque Toni Torres (guión), Mariano Navarro (dibujo) y Hernán Cabrera (color y  letras) nunca dejaron de contarnos su historia. Por eso, más que de una vuelta se trata de una persistencia. Proyectándose en el tiempo y uniendo generaciones, el Caballero Rojo es un eslabón clave en la extensa cadena de la historieta argentina. Hacer una mera reseña de Volver, como decía, carece de sentido. Recomendarlo, es una obviedad. Mejor irse directamente al Club del Cómic de la calle Montevideo, donde Toni atiende, para hablar sobre lo que pasó y pasará con sus personajes en el próximo tomo, que ya está en camino.
Antes, un poco de contexto.

2. Para quienes no lo conocían, el Caballero Rojo es un cómic clave de fines de los años noventa. Toma su nombre del mítico luchador de Titanes en el Ring, programa de catch icónico de la televisión argentina, y personaje a partir del cual Toni imagina la frondosa historia de un linaje de justicieros que comienza en la época de las cruzadas, hasta llegar a la Buenos Aires de fines del siglo XX. Es Rafael Reynoso, hijo de Humberto el luchador, quien lleva en nuestro tiempo la máscara carmesí.
La historieta debuta en las páginas de Comiqueando en noviembre de 1996 y pasa rápidamente a obtener su propia revista, que se extendería en esa editorial durante quince entregas, hasta el verano de 2000. En mayo del mismo año, los autores y su personaje emigran a otra editorial con un nuevo número uno pero retomando la historia allí donde la habían dejado, con Rafael cediéndole la máscara a Román, su suplente. Pero la nueva etapa se corta luego de apenas tres entregas, en el mes de noviembre. El estallido de 2001 y el fin de la convertibilidad dilataron los tiempos y para poder seguir leyendo la saga, hubo que esperar hasta 2007, cuando la efímera pero recordada editorial Domus recopiló parte del material viejo en dos volúmenes (faltó un tercero, que hasta fue anunciado pero no llegó a editarse) y a su vez publicó el tomo Orígenes, con material íntegramente nuevo a cargo del equipo creativo habitual, más historietistas invitados. Paralelamente, Toni abría también en Domus su Secundaria de Superhéroes, junto al dibujante Javier Solar. Y con esa historieta echaba a andar definitivamente su concepción de un multiverso superheroico argento, plantando las semillas que nos traen a 2019.
Ahora bien, la cuestión es si se puede leer por primera vez esta historieta desde aquí sin haber leído nada de lo publicado previamente. La respuesta es sí: en apenas tres páginas de texto tomadas del diario de Rafa, los autores nos ponen al corriente del argumento con facilidad.
Y también, sí: vale la pena salir a buscar las viejas revistas del Caballero una vez terminada la lectura de Volver. Porque a pesar de que vivimos en tiempos donde el spoiler no se perdona, y aquí la gran intriga que sostuvo la saga en aquél momento se nos presenta revelada fatalmente de antemano, es genial ir leyendo cómo la trama va avanzando al mismo tiempo que se indaga en el pasado de los personajes, y el desarrollo de todos ellos. El otro gran atractivo son los dibujazos de Mariano Navarro, sus composiciones y sus yeites, el humor (y el amor) a los detalles plantados en cada cuadrito. Contaron, además, con una larga lista de dibujantes invitados: Solano López, Risso, Alcatena, Lalia, Taborda, Capristo, Calvi, Jok… y siguen las firmas. Para quienes nos iniciábamos en la lectura de historieta nacional en aquél momento, fue sin duda un gran catálogo de talentos consagrados y promesas hoy cumplidas. A propósito de cadenas y linajes, esa lista de nombres hoy se prolonga a su vez con los aportes de Leonardo Laino y Kundo Krunch, y cabe también mencionar el concurso de dibujo organizado para acompañar el lanzamiento de Volver. El certamen fue una demostración de federalismo explícito, recibiendo trabajos de todo el país, así como en su momento los lectores enviábamos nuestras cartas desde todas partes. Los ganadores fueron Fernando Morales (de Córdoba) y Álvaro Papagiani (de Santa Fe).
En fin, si contándote todo eso no logré entusiasmarte lo suficiente, a continuación Toni Torres nos anticipa qué es lo que se viene para los lectores de Caballeros.

3. ARC: Luego de la buena recepción que tuvo este primer libro, y de todo lo que se pone en marcha para los personajes en el mismo, ¿qué es lo que se viene?

Toni: Sí, por suerte nos está yendo bien. En el próximo libro aparece un villano nuevo. Aparecen muchos personajes nuevos porque ahora que el Caballero volvió, retoma también su identidad civil y consigue trabajo en una escuela como profesor de arte y empezamos a contar cómo se relaciona con los chicos de esa escuela y los profesores, y vamos a ir creando un casting nuevo. Por ejemplo Antifaz Escarlata, que hasta ahora apareció poco, pasa a ser parte del casting. Su circunstancia se irá contando, así como la de sus amigos de Secundaria de Superhéroes.
A su vez el Caballero intenta recuperar cinco años al volver, pero ahora ya tiene veintiocho, casi treinta. ¿Cómo será su relación de aquí en más con su abuelo? O con su hermana, que además ahora resulta que es heredera en el presente de un personaje poderosísimo como Ormuz el Mago. Siempre me gustó el tema de la magia entre los superhéroes, así que aquí lo ponemos a través de una adolescente, ¡una mujer empoderada!
Porque uno no es ajeno a la actualidad. Y entonces qué mejor que incluirlo desde una adolescente, que toma el cambio social que se ha generado con el tema de la mujer de forma más natural, de mejor manera  acaso que una mujer más grande, que se tuvo que bancar todos los chabones en la vida. Lo toman con otra cabeza los jóvenes, desde otra vivencia. Espero poder encontrar esa voz, que es difícil para mí porque soy un chabón grande. Son retos. Escribir personajes adolescentes cuando vos ya les triplicás la edad... Por suerte están mis sobrinos y chicos amigos ayudándome. Escucho mucho a mi hija que aún no es adolescente, pero uno está atento a cómo toman como normal cosas que para nosotros representaron un cambio de paradigma, y ella tiene el de ahora, que hay que defenderlo, además.

ARC: En ese sentido algo similar le ocurre al Caballero Rojo en relación con la camada más joven de personajes superheroicos de autores y editoriales argentinas. Acaso recién ahora su saga encuentre un lugar de referencia.

Toni: Claro, un montón de personajes: Manta, Sereno, Capitán Barato y los personajes del Proyecto Tifón. Hay un montón de superhéroes nuevos dando vuelta, y no sólo de acá de Capital. Mañana me llega lo nuevo del Hombre Cangrejo y la Mujer Delfín, desde Bahía Blanca. Están Lobizón, Tótem en Internet, cada vez más. Hay de todo.

ARC: Evidentemente hay un público que busca ese concepto de universos múltiples que se cruzan y que remite a las sagas cósmicas de DC y Marvel, los crossovers y demás yerbas…

Toni: Yo siempre fui partidario de los crossovers. Para mí la Argentina es un sólo universo, a diferencia de Marvel y DC. En mi cabeza lo entiendo así, y dentro del permiso que me den alguna vez los creadores de los distintos personajes, yo los considero parte de un mismo universo. En su momento hice el crossover de varios héroes argentinos, que editó Universo Retro, y que incluía  a Animal Urbano, Camulus, Carlitos, Bruno Helmet…

ARC: ¿Tuviste siempre buena predisposición por parte de los demás autores?

Toni: Sí, obvio. En algún momento veremos de hacer un cruce con todos…

ARC: El mítico Crisis en tierras argentinas…

Toni: Bueno, eso es un sueño. Hubo un guión planteado. Lo que pasa es que cada vez hay más personajes, más superhéroes argentinos. Pero viste que acá publicar y editar es difícil. Por ejemplo, en el libro que se viene de Caballeros comienza una nueva aventura, un villano nuevo, mostramos cómo evoluciona la relación del Caballero con su amigo Andrés, el Corredor X. Algo que también viene del principio y que va cambiando, ya no son amigos por ejemplo. Pero la idea es que también sucederá en el mismo tomo un backup del Caballero de los setenta, donde se cruza con Sónoman (para lo cual pedí permiso a la familia de Oswal para poder incluirlo). Ya en un número de la vieja época se habían cruzado ambos personajes (ARC: episodio dibujado por Walther Taborda). Porque ya desde entonces tenía pensado contar lo que sucede en este backup. La idea es dar una coherencia de totalidad. Y a su vez en este tomo se va a ir avanzando con nuevos hilos argumentales, pero que no te dejan colgado, como cuando hacíamos la revista. Porque nos dolió mucho estar tantos años sin poder cerrar los hilos argumentales. O sea, como guionista voy plantando semillas, cosa que al estar leyendo el tercer libro te sorprendas y digas “ah, pero esto viene del primer tomo, ese personaje que estaba en un cuadrito del fondo…”

ARC: Durante la primera época, uno de los ganchos principales era la intriga por la identidad del Caballero. Los lectores íbamos descifrando cuál de los tres amigos era: si Rafa, Mariano o Andrés. Eso ahora lo tenemos develado de antemano, pero por lo que veo hay nuevas incógnitas.

Toni: Hay cosas que no se las vieron venir en su momento, que van a ir cambiando, vamos dando los pasos hacia esas cosas, como esto de Sónoman que hablábamos, ya está pensado hace mil años.

ARC: Se fueron dilatando los tiempos con las intermitencias editoriales.

Toni: Sí, ja ja. “Pasaron cosas.”

ARC: Entre ellas, el definitivo cambio de nombre de la historieta: de Caballero Rojo a Caballeros, dándole mayor protagonismo al linaje de justicieros. Algo que venía de la época de Domus.

Portada de Ariel Olivetti
Toni: Sí. Por ejemplo lo de Román, que anda por Latinoamérica, formando diferentes Caballeros Rojos en la región, eligiéndolos y entrenándolos. Eso siempre lo tuvimos en claro, que queríamos darle chapa cuando dejara de ser Caballero Rojo oficial. Digo queríamos porque si bien yo guiono, lo charlamos siempre todo con Navarrito y con Hernán. Nuestro ideal era sacar revistas mensuales y después una segunda revista llamada Leyendas del Caballero Rojo, donde se contarían historias del pasado con autores invitados, como la de Román que se incluye en Volver.
Ahora estamos pudiendo salir en un formato libro autoconclusivo, de setenta y pico de páginas. Una historia principal, y una cortita atrás para mostrar algo más sobre el pasado o un futuro cercano, o algo de otro personaje. Una historia de la hermana del Caballero como maga,  quizás. En lo posible con artistas invitados. A Luciano Vecchio ya lo tenemos guardado para un capítulo, ya nos dijo que sí. Él cuando era chico mandaba dibujos a la revista que fueron publicados. Germán Erramouspe tiene ganas de dibujar un episodio, también. Darío Bravo, Germán Peralta. Muchos, por suerte. La verdad que está bueno darse cuenta de que apareció una generación nueva de dibujantes. 

ARC: ¿Y en los eventos este año cómo es la interacción con esos jóvenes?

Toni: Con Volver  nos recibieron muy bien. Ahí hay que levantarle la mano a Daniel Muller, el editor. Que la verdad se movió como una máquina para llevar adelante el libro, entrar en los eventos. Tiene una pila, una garra, los contactos, nos ayudó mucho a levantar el perfil del personaje. Es la cuarta pata de la silla, un editor que le pone huevo. Nosotros sólo hacemos la historieta.

ARC: Que el artista pueda dedicarse a hacer obra. Algo clave para un proyecto tan ambicioso como Caballeros en tiempos de autoedición y preventas como norma, casi.

Toni: Es que el autor no es editor. Yo no podría ir a todas las convenciones como hace Dani, que además tenía aceitada toda la máquina que implica sacar hoy un libro, y hacerlo en color, algo que antes no podíamos. Lo ideal siempre es poder trabajar para una editorial y estar tranquilo, cobrando mientras craneás y le dedicás a la obra el tiempo que se merece. Pero bueno, ya se viene un segundo libro que está en marcha, sería el año que viene. Posiblemente Mariano Navarro dibuje únicamente el episodio principal, y con otro dibujante haremos el back-up con Sónoman.

ARC: ¿Y para quienes quieran ponerse al corriente y leer lo anterior?

Toni: Acá en el Club del Cómic siempre se consiguen casi todos los números. De todas formas, Volver te explica todo el pasado. No hay nada que necesites saber que no esté en Volver. Aunque quizás parezca que se pierde algo sin leer lo anterior, está planteado para que no ocurra y se pueda comenzar desde aquí. Para que nadie se quede afuera.





sábado, 27 de abril de 2019

Cómics en la mochila.

Para dar comienzo a la temporada 2019 de Al Rescate, me pareció piola echar un ojo sobre la relación actual entre historieta y textos escolares (informe que quise presentarles durante el pasado mes de marzo, pero me resultó imposible). Desde siempre, los libros del cole fueron espacio de trabajo para dibujantes, generalmente aportando ilustraciones que acompañaran algún párrafo. El cómic, por su parte, suele aparecer en los libros de prácticas del lenguaje, pero como objeto de estudio. También se utiliza mucho humor gráfico en textos de materias como ciudadanía o economía política, por su gran poder de síntesis. Pero no es para nada frecuente estudiar biología mediante una novela gráfica. Sin embargo hay quienes han entendido que las historietas son un óptimo recurso pedagógico y que, al mismo tiempo, gozan de la ventaja de ser un lenguaje aceptado por los jóvenes.
Florencia Acher Lanzillotta se desempeña como directora editorial de textos escolares para Edelvives Argentina. Se ha servido deliberadamente del cómic a la hora de innovar y conectar mejor con sus lectores, en tiempos de voto joven y de déficit de comprensión lectora.
Con ella hablamos de todo eso y de la colección Fuera de Serie (que introduce a la historieta declaradamente) y de la flamante Convergente, en la que desfilan los trazos de dibujantes notables de nuestro cómic actual, como Salvador Sanz, Ian Debiase y Fernando Baldó entre otros. Aquí, la charla.

Detrás de esta tapa, hay un cómic de Ginevra.
1. La clave es pensar como si fuéramos niños o adolescentes hoy: ¿qué libro querríamos? O si fuéramos docentes hoy, ¿qué libro querríamos para los chicos?  Es necesario partir de entender a quién le estás “hablando” y cuáles son sus consumos por fuera de la escuela. Ese otro contexto es el que hace posible poder pensar en qué disfrutan los chicos y cómo traccionarlo en la escuela.
El primer experimento fueron dos novelas gráficas publicadas entre las páginas de la colección Fuera de Serie. Partieron de una primera sinopsis creada por un equipo de especialistas en didáctica de ciencias naturales. Luego, cobraron vida sus guiones y sus páginas con historietistas con trayectoria en novelas gráficas para adolescentes. “Nada del otro mundo” estuvo a cargo  de Gerardo Baró (Fuera de Serie. Ciencias Naturales) y “Alguien metió la pata”, de Pablo Tambuscio (Fuera de Serie. Biología I). Un año después, se creó “Sentidos alterados”, que estuvo a cargo de Dante Ginevra (Fuera de Serie. Biología II). Las tres se organizan en episodios de una página que se presentan al comienzo del capítulo de cada libro. Introducen una serie de intrigas que invitan a los lectores a crear hipótesis iniciales y establecer propósitos de lectura para abordar el capítulo. Al finalizar el capítulo, se revisan las hipótesis, se ajustan y se ingresa al siguiente episodio. Responde a un enfoque de enseñanza por problemas. La colección Fuera de Serie tuvo buena recepción.
Años más tarde, la directora editorial y su equipo se propusieron avanzar más allá: empezar a incorporar la educación por proyectos. En las entrevistas con docentes se imponía la necesidad de contar con una solución para los espacios de integración entre todas las áreas en educación secundaria, en respuesta a las últimas reformas de los diseños curriculares.
Portadísima a cargo de Caveman.
Esa respuesta fue Convergente y sus Protocolos de Integración. Los libros de las diferentes materias dialogan y se referencian entre sí, pero a su vez están conectados al juego de rol que proponen los protocolos. Estos son cuadernillos independientes (se compran por separado) que funcionan como bitácora de gobierno. Los chicos son puestos en el lugar de organizadores de la sociedad en una ficción distópica que se les plantea. Cada decisión a tomar puede pensarse en base a lo estudiado en los libros. Pero no sólo los de la propia editorial, porque se responde al mismo programa del que se sirve cada sello para elaborar sus propias publicaciones. ¿Cómo elaborás un material integrador para aulas en las que conviven libros de diferentes editoriales o donde no se usan libros? Lo que hicimos fue crear una integración que no exigiera de forma obligatoria utilizar todos los libros de área de la serie Convergente.  Tratamos de potenciar los cruces entre los libros de área de la serie Convergente entre ellos y con los Protocolos de integración, pero no es un sistema cerrado”. Lo que hicimos fue evidenciar esas relaciones entre los temas. Los chicos están acostumbrados a linkear, a la inteligencia colectiva y colaborativa.
A la hora de enseñar ciencias sociales e historia, por ejemplo, hay una intención manifiesta de  dejar atrás la mera enumeración de fechas y batallas de memoria. La historia está atravesada por la acción, la violencia, la épica. Si tanto alumnos como los docentes consumen series, películas, novelas gráficas y literatura con contenido histórico, ¿por qué no usar esos mismos códigos en un libro de texto? Como editorial somos reconocidos por nuestra propuesta en literatura  y estética. Entonces dijimos "hagámonos cargo" e hicimos libros de autor y con sentido estético, pero integrados a un contenido. Contratamos a estos artistas que no vienen del palo de la educación y se hizo cada uno de los libros. Buscamos que la ilustración sirva de gancho y disparador. Pero que narre. Algo que se nota ya desde las portadas, ahí se aprecia a primera vista el salto evolutivo entre una colección y la otra.
Boceto y final de Debiase para Historia de 3er año.
Así comenzaron la búsqueda de artistas que se hubieran especializado en representar escenas de acción y épica. Salvador Sanz, Sebastián Cabrol y Ian Debiase fueron los elegidos para los libros de Ciencias Sociales e Historia. No se detuvieron ahí. En los tres libros del área de Lengua y Literatura hicieron una fuerte apuesta por visibilizar la autoría de las obras plásticas que acompañan a las lecturas literarias y poder alfabetizar artísticamente y en otros géneros a los chicos. Convocaron autores reconocidos del ámbito de la historieta por su facilidad para expresar y comunicar. Algunos de ellos fueron Gabriel Ippoliti, Dante Ginevra, Fernando Baldó, Quique Alcatena, Rodolfo Fucile, Diego Parés, Mario Scalerandi, Gastón Souto, El Sike y Daniela Arias.
2. Pero desde ya que no se trata simplemente de tener espíritu innovador, buenas ideas y energía para llevarlas adelante (y este es el caso, por supuesto). El sector editorial ha sido (la cultura toda, bah) una de las industrias que más ha sufrido los embates del ajuste. Como se ha dicho en la apertura de la feria internacional del libro de Buenos Aires, que se está desarrollando actualmente, la caída no se detiene.
Los desafíos que tenemos son muchos: uno es el contexto socioeconómico y educativo, el otro el contexto político. No es lo mismo publicar hoy que hace siete años atrás, cuando quizás las compras del Ministerio de Educación permitían otros desarrollos y otras apuestas.
Esas ventas al Estado no sólo disminuyeron, sino que se cortaron. Pero los escollos no son sólo económicos (aunque ese tipo de cuestiones suele estar relacionado). También hay resistencias en lo que respecta a la elaboración e inclusión de contenidos.
El cambio de rumbo en las compras del Estado hizo que se desatendieron ciertas cuestiones curriculares, de directivas que daba el Ministerio, por atender un poco más la lógica del mercado privado. Si bien las escuelas privadas tienen que respetar el diseño curricular, y lo hacen a su forma, tienen más libertades en sus programas. En cambio las escuelas públicas tienen una fuerte presencia de los inspectores, entonces hay un montón de decisiones editoriales en cuanto a los contenidos que, si querés vender para el Estado, tenés que acatar. Y si es para el privado podés tener ciertas transgresiones, y de hecho tenés que tenerlas, porque si no tal cual como es el libro, no lo vendés. Lo mismo sucede a la inversa. La exigencia de abordar determinados temas y determinadas estrategias didácticas por parte del Estado permitía avanzar en cambios en los productos editoriales habituales.
El tema de la Educación Sexual Integral, me imagino.
Sí, que es complicado en los dos casos. De hecho era más plausible tener contenidos de ESI con el apoyo del Ministerio que ahora. Hasta inclusive, en el espíritu de época de los últimos años, te objetan que se incluyan contenidos de ESI. Prefieren que no estén, y te lo dicen. Antes, cuando vos hacías una entrevista o un focus group, había siempre una excusa de maquillaje y cuando ahondabas te dabas cuenta que lo que incomodaba eran los contenidos explícitamente relacionados con la  ESI. Ahora, sin reparos, te lo dicen. Entonces uno como editor sabe que hay establecidas ciertas reglas de juego. (Y es importante que se entienda que la ESI no es el fantasma de la educación de prácticas sexuales genitales). Tenemos en claro que pensamos en el usuario, en los chicos. Entonces, ¿cómo sorteás los prejuicios de los adultos para poder darles herramientas a los chicos para que puedan acceder a lo que necesitan o crean que necesitan sin ser intrusivos? El libro no da la clase, es un instrumento que termina administrando el docente. Entonces hay un montón de cuestiones con las cuales buscamos captar la atención de los chicos más allá de que el docente lo aproveche o no. Y ahí es donde empezamos con la historieta en la colección Fuera de Serie.

Distopía interactiva a cargo de Nakamura.
3. Convergente viene a reemplazar a Fuera de Serie, que ya cumplió un ciclo de vida de cuatro años. Cada capítulo de los Protocolos de integración abre con una ilustración a página completa dibujada por Agustín Graham Nakamura, otro dibujante que ya tiene fieles seguidores de sus novelas gráficas (Zero Point; Terra Australis). Este cronista hizo el lúdico recorrido a través de los tres tomos integradores y concluye, luego del entusiasmo que le generó la propuesta, que cuando uno era pibe los libros de la escuela no estaban tan buenos.
Este año se agregó la presión de tener que integrar todas las áreas. Era tener que hacer una segunda integración por fuera del libro.  El mayor orgullo fue la conformación del equipo: Guillermo Crespi, un guionista de narrativa interactiva y videojuegos, dos escritores para que escriban la historia que da marco al juego (Fito Santullo y Leandro Ávalos Blacha),  Nakamura para que la ilustre, Roberto Zurutuza, como asesor en antropología, y Cecilia Espósito para que orqueste la edición de los textos. Detrás hay todo un desarrollo.
Y además, se puede "trampear" y leer por arriba pudiendo entender todo incluso sin ahondar en cada tema.
Claro, si los chicos quieren leerlo por su cuenta y adelantarse, genial. Lo pueden hacer sin arruinar nada. Además hay una intención en cada episodio de poner la ciencia en la vida cotidiana. Todo tiene que ver con sumarle una experiencia extra a la educación. Para que estudiar Historia no sea sólo memorizar una sucesión de coronaciones, sino entender qué se jugó en la Revolución Francesa.
Las historias del protocolo se ambientan en distopías. Que incluso pueden salir mal. Tiene algunos finales trágicos. Hay decisiones, por ejemplo, de sacar exploradores del refugio y que la consecuencia inmediata es que se mueran. No está edulcorado. El acento está en las decisiones de corto, mediano y largo plazo. Decidir si mandás a esos exploradores a buscar agua y recursos, y que esté contenta la opinión pública. Pero que dos episodios más tarde, resulte en que esos exploradores trajeron un virus. O sea, resolviste un problema inmediato pero trajo una consecuencia. ¿Y ahora? De hecho trabajamos con un antropólogo para elaborar diferentes modelos de sociedad en la cual desemboca. Hay una tabla con los diferentes tipos de sociedad a los que se llega según las decisiones que se tomen.
Todo eso hay detrás de los libros que viajan en las mochilas de pibas y pibes, esas mismas mochilas que hoy se ven adornadas con pañuelos de diferentes colores, por ejemplo. Y aunque no todo ese trabajo tras los libros se vea y aprecie, hay líneas plantadas especialmente para los estudiantes  que se interesen en tirar del hilito y saber un poco más, una huella por donde seguir indagando.
Por eso pensamos algo que sea atractivo para los chicos y que genere esa "satisfacción inmediata". Es un poco esa la apuesta. Con el aspecto implícito de que los chicos tengan la posibilidad de conocer artistas a los cuales poder seguir. Que si les copan las ilustraciones de Sanz con las que estudiaron historia, después se vayan a leer El Esqueleto, ponele. Lo mismo con Tambuscio, Baró o Ginevra.
Fomento a la lectura que resulta clave en momentos en los que se precarizan o malogran los espacios de difusión de la historieta, con los lamentables casos de Billiken y Fierro como últimos antecedentes. Y por eso esta nota, para descubrir por medio de Convergente ese espacio acaso impensado para las viñetas, pero de gran proyección. Tenemos futuro mientras ya desde el aula los chicos y las chicas aprendan quién es Alcatena o cualquiera de los genios del dibujo mencionados más arriba.

En fin, lo repito: cuando yo era pibe los libros del cole no eran así de copados. Por eso debajo del banco tenía siempre a mano algún cómic para leer a hurtadillas. No me sorprende que uno de mis personajes favoritos de aquella época esté pronto a volver con nuevas aventuras. Es que todo tiene que ver con todo, y esta nota también converge con los temas que se vienen en Al Rescate. Espero que lo de hoy les haya resultado tan interesante como a mí (¡gracias de nuevo a Florencia Acher Lanzillotta!). Se vienen más notas copadas, estén alerta.



martes, 1 de enero de 2019

Lo que ha sido y lo que será

Hola a tod@s, ¡felíz año nuevo! Es cierto, estuve flojo en 2018. Publiqué apenas tres entradas, a pesar de haber intentado algunas más que no prosperaron por diversos motivos. Pero no he venido a inaugurar el 2019 con excusas viejas (ni ustedes a soportarlas). En todo caso, puedo contarles que aunque no lo reflejara aquí, afortunadamente pude leer mucha historieta en el transcurso del año que se fue. Y bien variada, como es el espíritu de Al Rescate. Muchas de ellas objeto de esas notas que finalmente no pudieron ser. Entonces me parece oportuno contarles un poco sobre eso, sobre los cómics a bordo de los cuales anduve a lo largo de 2018 (no todos editados durante el mismo, aclaro).  Empiezo por la producción local, y sigo con historietas de otras latitudes (pero de edición nacional). Y desde ya lo recomiendo todo, aunque cada obra tiene sus puntos fuertes y también alguno flojo. Recuerden que este recorrido no será exhaustivo, tenemos todo un año por delante para hacer reseñas más al detalle. En fin, basta de cháchara.

En 2018 se publicó en libro la obra ganadora de la primera edición del concurso NHA (del colectivo Nueva Historieta Argentina). Hablo de El Desierto de Nemo. Los autores son Fernando Maiarú  y Estanislao Marugo, ambos jóvenes oriundos de Tandil, y que alternaron entre sí guión y dibujos. La historia que nos cuentan es la de un pibe de 14 años que sale en busca de su madre, teniendo que atravesar un mundo devastado por una guerra. Lo acompaña una anciana en silla de ruedas que vivía con él en un refugio antibombas y se topa con una extraña comunidad de hombres – pájaro con los que llega a entenderse a pesar de hablar otro lenguaje. La obra se sostiene desde lo gráfico, porque el argumento deja muchísimas preguntas sin respuesta (algunas planteadas desde la propia contratapa, otras tantas surgen con la lectura). Habrá que ver si los autores retoman la historia y tienen más para contar. En todo caso, es un buen debut y yo al menos estaré atento a futuras historietas suyas.

Sigo con El Arca de Lucas Leppe, de Nicolás Gath (guión) y Juan Pablo Massa (dibujos), editado por Capitán Ediciones. Un comic- book auto conclusivo  y súper ameno, que cuenta la historia de Lucas, joven dedicado al comercio de objetos coleccionables exóticos relacionados con la cultura pop desde su local en Villa Urquiza. La misión de Leppe en esta entrega (¿habrá más, próximamente?) es recuperar una copia VHS extraviada en el pasado, para lo cual debe viajar a 1992. Acá el valor está en cómo Gath arma una trama original a partir de algo remanido como el viaje al pasado y el peligro de alterar la continuidad de los acontecimientos. Y en el equilibrio que logra al evocar la década del noventa, con nostalgia pero también con dosis de crítica. Si fuiste pibe en aquellos años (como yo), este cómic te hará pasar un buen rato. Mérito del dibujante también, por supuesto.

También leí Pipo y Bartolo: ¡Al Rescate! No, no es que los autores (Guido Barsi en guión y Darío Reyes en dibujo) me hayan homenajeado. Es que los protagonistas de esta historieta para chicos también deben viajar en el tiempo, como Lucas Leppe. Sólo que aquí se trata de ir al futuro. Reclutado por Pipo, un perro que puede hablar con él, Bartolo tiene la misión de impedir que la empresa de tecnología Imaginacorp les robe a las personas la capacidad de pensar e imaginar. Una aventura circular  llena de acción y gags, con un planteo interesante para los chicos. Muy buenos dibujos y bella edición. Me faltó leer el libro “hermanito” de Pi Ediciones, que tengo aquí a mano y será de los primeros para este año. Hablo de Detective Ramos, a cargo de los mismos autores.

Ahora bien, para hablar de ¿Quién mató a Rexton? voy a obligarme a ser lo más sintético posible, porque esta historieta merece una reseña aparte. Y a recordar que esta es una lista de lecturas personal, no el clásico “los mejores del año” que acostumbran los suplementos culturales de los diarios. Pero sí, este es otro de esos imprescindibles, por varias razones. Diego Agrimbau escribió un gran policial y para contarlo se armó de una tropa de dibujantes de alto nivel como Patricio Delpeche, Gabriel Ippóliti, Fernando Baldó, Dante Ginevra, Leonardo Pietro y Gato Fernández (varios de ellos, asiduos colaboradores suyos). Pero la propuesta no es simplemente resolver la intriga que titula el libro. Acá el juego es entre realidad y ficción. Rexton es guionista de historietas y para esclarecer su muerte cada uno de sus colaboradores dará su testimonio dibujado, con lo cual los artistas nombrados más arriba se pondrán el disfraz (en algunos casos mejor logrado que otros) de sus dobles de ficción. Algo distinto, a priori, a lo que ocurre en otras antologías donde confluyen muchos dibujantes. Acá el argumento único exige a la parte gráfica diversidad y homogeneidad al mismo tiempo. Si te gustan los cómics sobre cómics, te recomiendo mucho este libro (bien diferente al anterior experimento de Agrimbau, Diagnósticos).

Y ya que estamos con Agrimbau, incluyo en mi lista el segundo volumen de la revista Distopía, publicada por editorial Pictus. Sobre la cual diré que esperé esta segunda entrega con gran ansiedad, puesto que el tema principal, ese concepto que no sólo titula la publicación sino que es el claro hilo que una las cuatro historietas que la componen, es una de mis obsesiones de un tiempo a esta parte. Cuatro series, entonces: Nomobots (por Agrimbau y Juan Manuel Tumburús); Repuestos (por Rodolfo Santullo y Damián Couceiro); Hormiga Eléctrica (por Luciano Saracino y Nicolás Brondo); y Horizonte Rojo (por Guillermo Höhn y Roberto Viacava).
Sobre los pormenores de cada historia no ahondaré ahora. Me propongo escribir al respecto en este blog próximamente. Son cuatro historietas que vale la pena seguir, y que atrapan cada una a su manera. Geniales equipos creativos. Lástima la periodicidad (anual). Y ése es uno de los dos puntos centrales que Distopía nos da para debatir. ¿Es una revista o es una saga de libros? Ya vieron que yo utilicé el primer término al comienzo, unas líneas más arriba. Acaso la duda surge por el hecho de no distribuirse en kioscos y porque Pictus es una editorial de libros (responsable por ejemplo de ese hitazo que es Escuela de Monstruos). Y además operaría como competencia/complemento de una Fierro que viene atravesando su propio laberinto (trimestral) desde que comenzó la Argentina M, en 2015.
El otro punto de debate que ofrece Distopía es precisamente su nombre, como género en el cual se identifica decididamente (“cuatro futuros no deseados”, propone la contratapa del volumen1). Porque el futuro llegó hace rato, lo sabemos todos. Y listo, no digo más por ahora, ya volveremos al respecto. Mientras tanto recomiendo ambas entregas.

Y hablando de Fierro… también merece nota aparte. En lo que va de su “año dos, tercera etapa”, destaco las portadas de Scalerandi y Souto, grandes relecturas de los clásicos de la pintura argentina. Después están esas extrañas portadillas que abren y cierran las series, algunas saliendo a explicar lo que se acaba de leer. Y con cada vez más espacio cedido a cosas que no son exactamente historieta, o a autores de otras ramas o disciplinas queriendo jugar a la historieta porque les (calculo) dará algún tipo de chapa cool (mientras muchísimos dedicados historietistas de oficio no cuentan con ese espacio de laburo, y transitan la (Ma)crisis a fuerza de autogestión). También se echó definitivamente a la sutileza, para dar mayor lugar al panfletito. Y uno se pregunta a qué público se busca llegar. Cómo se sostiene una idea de periodicidad trimestral en un país que cambia a velocidad cada día más vertiginosa. De nuevo, no sé para quién es esa revista. Para quien se pueda dar el lujo de quemar cien o ciento cincuenta pesos en financiar vanguardistas. Una lástima para los que nos sentimos acompañados por Fierro mes a mes durante los diez años y piquito que duró la segunda etapa. Yo ya escribí al respecto en su momento (ver archivo). Siempre ponderé su diversidad como rasgo característico, mientras fue una revista de historietas, claro. Me toca quedarme afuera en esta etapa, parece.


Por el lado de lo internacional fue que leí mucha historieta en serie. Menos cosas auto conclusivas. Disfruté mucho con Erased, el manga de Kei Sanbe publicado en nuestro país por Ivrea. La manera en que se nos presenta a Satoru Fujinuma en el primero de los nueve tomos dista mucho todo lo que el personaje evoluciona con el correr de las páginas. No es un comienzo muy auspicioso y hasta diría que nuestro protagonista no parece el mismo. Al principio es un malhumorado aspirante a mangaka (historietista) de 29 años, que trabaja como repartidor de pizzas. A Satoru le ocurren extraños “revivals”, pequeños flashes cotidianos en los cuales entra en breves bucles del tiempo hasta que logra encontrar esa cosa “fuera de lugar” sobre la cual intervenir y destrabar el bucle. Suelen ser situaciones en las cuales debe ayudar a alguien. Si por él fuera, ni se metería, pero es precisamente esa condición la que no le permite seguir de largo. Hasta que una noche llega a su casa y encuentra a su madre asesinada. Satoru persigue al asesino (quien ha logrado incriminarlo premeditadamente) y por poco logra atraparlo, pero esta vez lo toma por sorpresa un “revival” mayor de lo habitual, uno que lo lleva hasta su temprana niñez en 1988. ¿Por qué tan lejos en el tiempo? ¿Cuánto tiene que ver lo que le hicieron a su madre con la serie de secuestros y asesinatos de niños que azotó a su pueblo en aquélla época? ¿Cómo hará para aprovechar este viaje en el tiempo y evitar tanto los secuestros como el asesinato de su madre? Más allá de toda la intriga, el suspenso y la adrenalina que tiene Erased, estamos ante una gran historia sobre la importancia de involucrarse con los demás, los vínculos familiares y la amistad, y sobre todo acerca de la voluntad humana. Hay además enormes personajes secundarios y secuencias oníricas muy bien puestas.

A la par de estas lecturas, luego de un largo tiempo me reencontré con Batman, a quien no leía hace varios años ya. Pero cuando supe del lanzamiento de las ediciones locales de DC, naturalmente me volqué hacia los títulos del murciélago. La serie que lleva su nombre me aburrió de forma casi instantánea, luego de tres números. Algo similar me pasó con el especial All Star Batman. Siempre me rompió las pelotas ese sistema yanqui de mechar en una misma publicación diferentes números de series paralelas para que después uno se tenga que andar comprando todos los títulos y así armar el rompecabezas. Pero en el caso de Batman Detective Cómics (al menos hasta ahora) no ocurrió. Aquí el guionista James Tynion IV nos narra cómo el encapotado reúne un equipo de vigilantes que lo ayuden a custodiar Ciudad Gótica de una amenaza en ciernes, en la cual está involucrado el Coronel Kane, militar que además es tío de Bruce Wayne y padre de Batwoman. Ella integra el equipo junto a Clayface, Red Robin, Spoiler y la Huérfana. Las primeras entregas me resultaron adrenalina pura, como no sentía desde que era muy pibe y leía al Batman de Grant y Breyfogle, por ejemplo. Lo que me resultó terrible fue comprobar cómo influyó para siempre en los norteamericanos el 11S, algo que está ahí atravesándolo todo. Y esa cosa de que siempre hay una gran trama oculta tras la gran trama y nunca se termina de pelar la cebolla. Por ahora le seguiré dando chance, si es que la economía se lo permite a la filial argentina de ECC. La última entrega llegó con un delay importante, que comenzó con las corridas cambiarias sufridas en 2018 y obligó a la subsidiaria a modificar su plan editorial.

Algo parecido, estimo, debe haber afectado a la gente de Utopía Editorial. Cuando en 2014 comenzaron a publicar en coedición con Deux Studio la edición argentina de la multipremiada serie Saga, de Brian K. Vaughan (guión) y Fiona Staples (dibujo) y publicada en Estados Unidos por Image Cómics, la periodicidad promedio era de dos tomos por año. En 2016 y 2017, fue sólo de un tomo por vez. El año pasado, cuando yo la empecé, no salió ninguno. Vamos a ponerles fichas, y esperar el tomo siete con paciencia y ansiedad al mismo tiempo. Porque Saga es la gloria, y su edición local muy cuidada por cierto. ¿De qué va? Mientras sus dos planetas insisten en una guerra permanente desde hace añares, Alana y Marko se rebelan y deciden amarse a pesar de todo y de todos. Fugitivos por el espacio huyen con la pequeña Hazel, el fruto de su amor prohibido y narradora de esta historia desde algún futuro que parece improbable. Y mientras escapan de asesinos a sueldo se desencuentran, se vuelven a encontrar, matan criaturas fantásticas, asisten a muertes heroicas y también patéticas, etcétera. Saga es un bólido de acción dibujado como la San Puta por Fiona Staples, al tiempo que Vaughan va hilando todo con hermosas reflexiones sobre la pareja, los hijos, las drogas, el trabajo, lo absurdo de la guerra y lo perverso del sistema, pero sobre todo acerca de cómo elegimos seguir el juego o no y sobre el peso de nuestras decisiones. Lo repito, Saga es la gloria.


En fin. Éstas han sido, a grandes rasgos, mis lecturas de 2018. Para el año que comienza tengo pautadas lindas notas. Algo ya adelanté hoy, el resto se irá develando. Por lo pronto, gracias a quienes me leen y tiran buena onda. Yo les deseo lo mejor para 2019 y sobre todo que podamos leer muchas historietas. ¡Salud!